Dentro de las disfunciones que genera el cáncer podemos encontrar: disminución de la movilidad, fatiga, pérdida del equilibrio, disminución de la fuerza, linfedema, cicatrices adheridas, entre otros que influyen en el estado de ánimo del paciente, disminuyendo aún más las defensas.
La actuación del fisioterapeuta dependerá de su evaluación y su objetivo puede ir orientado a el alivio del dolor, mejora de la circulación, prevención y corrección de disfunciones del movimiento, recuperación de la fuerza, coordinación y funcionalidad; utilizando agentes físicos, movilización pasiva y activa, ejercicios específicos para mejorar la circulación, movilidad y fuerza muscular, drenaje linfático, vendaje neuromuscular, entre otros recursos que permitirán una mejor recuperación y calidad de vida. Para mayor información y un adecuado abordaje consulte a su fisioterapeuta.